Newsletter 027 (ES)
¿Cuál será el futuro de los gigantes tecnológicos de China y cómo puede la desaceleración económica nacional obstruir su expansión global? Esa es la pregunta clave en un artículo reciente publicado en la Harvard Business Review de este mes. Al hacer comparaciones históricas con el auge económico japonés de fines de la década de 1990, Black y Morrison destacan tres desafíos principales que enfrentarán las principales empresas chinas en los próximos años, y que se parecen mucho a los obstáculos que sufrió el vecino japonés hace unas décadas: una crisis demográfica (envejecimiento de la población y baja migración del campo a la ciudad); crisis de productividad y deuda; y crisis de liderazgo en las empresas estatales más grandes. Sigue aquí la investigación completa.
El crecimiento de la industria de la aviación en China es una historia de éxito. En los últimos años, el cambio se ha hecho visible no solo para el viajero extranjero, sino también internamente. Alrededor de 500 millones de pasajeros al año viajan a través de aeropuertos chinos. Manteniendo las proporciones, son unos 100 millones en Brasil y en los EE. UU. fueron 840 millones el año pasado. Lo sorprendente es que China alcanzó ese número en menos de una década: en 2010 había menos de 65 millones de pasajeros (en los EE. UU. había 600 millones). La gente del China Power hizo un informe gráfico interactivo sobre el tema, que muestra la expansión de las empresas y las rutas, su relación con el crecimiento de la clase media y el crecimiento económico en el país, así como el papel de la industria de aviación nacional en el desarrollo del país. El proceso de cambio comenzó en la década de 1980, con la ruptura de CAAC — una compañía estatal que detenía el monopolio del mercado — en varias pequeñas empresas estatales. El capital privado apareció en escena solamente a mediados de la década de 2000. Hoy en día hay 58 empresas que operan en el país. Dentro de 15 años, se espera que el número de pasajeros que vuelen en China supere el de Estados Unidos.
La crisis de los cerdos en China, provocada por una ola de peste porcina que devastó un tercio de la manada del país, no muestra señales de desaceleración. Por el contrario, las cosas parecen empeorar: después de meses de escasez, el Imperio Medio ahora se ve obligado a comenzar a consumir sus reservas congeladas de carne de cerdo para garantizar la estabilidad de precios y la disponibilidad de productos en su mercado interno. Los cerdos son un componente esencial de la cocina china y, en medio a los temores sobre los impactos sociales de una posible caída en el suministro de alimentos en el gigante asiático, el propio gobierno central en Beijing admitió problemas tanto para criar y sacrificar al animal como para la contención de la crisis actual.
¿Por qué la industrialización de África no será como la de China? Muchos gobiernos en el continente africano se inspiraron en las políticas chinas para imitar el desarrollo chino. Si bien muchos líderes africanos esperan que la industrialización y el enriquecimiento de China impulsen la producción manufacturera a África, ya que habría un aumento en los costos laborales en el país asiático, de hecho, este trabajo podría terminar yendo a los robots, por medio de la Inteligencia Artificial. El análisis apareció también en la Harvard Business Review. En los últimos años, especialmente durante el optimismo del auge de los productos básicos en la década de 2000, la narrativa de que África se convertiría en la próxima “fábrica en el mundo” ganó popularidad y la creciente presencia china en el continente ha estimulado estas esperanzas. ¿Será posible mantener esta dirección con todos los cambios rápidos de la cuarta Revolución Industrial?
Desde que India derogó el Artículo 37 de su constitución, el equilibrio de poder en Cachemira ha llamado cada vez más la atención de Beijing. Esto se debe principalmente a las inversiones masivas destinadas al Corredor Económico China-Pakistán (CPEC, en inglés), y a su carácter estratégico para el Imperio Medio en exportaciones de bienes e inversiones a Medio Oriente y África en la gran arquitectura de BRI. China no parece tener otra alternativa viable al corredor, ya que la segunda opción (Afganistán) es geopolíticamente delicada e internamente inestable. Presionar a la India tampoco es una alternativa, dado su poder nuclear y las disputadas regiones fronterizas. ¿Quieres saber más sobre la situación de China en este contexto? Prepara el café y haz clic aquí.
En las últimas décadas, las potencias europeas han mantenido un perfil militar relativamente discreto en el este de Asia. Sin embargo, los cambios recientes en la geopolítica mundial y regional parecen llevar países líderes como Reino Unido, Francia y Alemania a una reconsideración importante respecto a su presencia, particularmente en el Mar del Sur de China. Según el investigador del Clingendael Institute, Frans-Paul van der Putten, el cálculo es que una mayor actividad en Asia Pacífico podría dar a las fuerzas tradicionales del viejo mundo más influencia en las negociaciones internacionales, especialmente con Pekín y Washington.
Hablando del Mar del Sur de China, por cierto, una nueva tensión entre chinos y estadounidenses en la región — una de las partes más conflictivas del planeta — marcó la semana. El viernes pasado (13), la Marina de los EE. UU. envió un buque de guerra cerca de las islas Paracel / Xisha, en claro desafío a los reclamos de soberanía del Imperio Medio sobre el área. En menos de 24 horas, el Ministerio de Defensa chino dijo que había expulsado al destructor estadounidense de su entorno y calificó el avance de Estados Unidos como un “acto de invasión”.
Algunas inversiones chinas en Brasil son muy buenas para la economía brasileña, pero otras tienen un gran costo. Este es el caso del megapuerto China-Brasil en construcción en el estado brasileño de Maranhão. En que pese la facilitación del puerto para la distribución de minerales brasileños para el mundo, las comunidades locales están sufriendo, una vez que son expulsadas de sus hogares. Según la reportera del Diálogo Chino, de las 250 personas que vivían en la comunidad de Cajueiro, solo restan 34. Las familias fueron removidas por el gobierno en un proceso que se desarrolla desde 2014. Y así, una vez más, el poder del capital y de las inversiones destruye comunidades históricas en Brasil.
En el último 11 de septiembre, el Harvard Fairbank Center for Chinese Studies tuvo una charla de Craig Allen, del US-China Business Council. El presidente del consejo habló sobre la guerra comercial entre China y EE.UU. y levantó puntos muy interesantes sobre la política de los estadounidenses en la relación con el gigante asiático. Tu puedes oír la charla en el podcast del centro.
Un nuevo informe del Greenpeace apunta que los centros de datos de China emitieron alrededor de 99 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en el año pasado – lo mismo que emitirían 21 millones de autos durante el mismo período. Instalaciones de ese tipo son responsables por el almacenamiento de informaciones electrónicas tales como mensajes, fotos y videos, y consumen entre 3% y 5% de toda la energía generada mundialmente, siendo comparadas a la industria aeronáutica en términos de emisión de carbono. Hay razones, sin embargo, para ser optimista: según una investigación publicada en la revista científica Science Advances, aunque las emisiones de gases que contribuyen para el efecto invernadero en el país, la contaminación del medio ambiente viene, de manera general, disminuyendo en el Imperio del Medio.
Jack Ma se jubiló. Esta semana, la persona por detrás del éxito del Alibaba, la más grande empresa e-commerce de China y, según algunos criterios, del mundo, se despidió de sus más de 100.000 de empleados. Ma es una leyenda en el país: siendo profesor de inglés en la ciudad de Hangzhou, tuvo un insight y percibió que la internet sería la próxima frontera económica del mundo. E invirtió en eso. Un símbolo no solo de maestría en el mundo tech en China, sino también de un self-made man Made in China. Desde un pequeño departamento que hoy alberga los proyectos más ambiciosos de la empresa, Ma deja la compañía para dedicarse a proyectos de educación por el mundo. La despedida pareció más bien un concierto de rock.
Hablando en Alibaba, la empresa celebró su cumpleaños de veinte años con mucho estilo. Ma es un genio de la lámpara. O mejor, de la botella.
¿Quieres una dosis más de paranoia con tecnología? Especialistas chinos en seguridad nos dejaron desconcertados con una afirmación de que la creciente calidad en las cámaras de celular pronto va a permitir que se identifiquen huellas digitales en fotos, facilitando el acceso para copia y falsificación de identidad. El asunto surgió durante un evento sobre ciberseguridad en Shanghai y la discusión fue trending topic en la red social Weibo (el “Twitter chino”). Gran parte de la discusión fue la recomendación para que las personas dejen de hacer la señal de “paz y amor” (o del “v” de victoria), ya que expone las puntas de los dedos a la foto. Se trata de una pose favorita en China para fotos.
Podcast: escucha un episodio sobre China y Estados Unidos en el área de desarrollo y de su financiamiento de proyectos en Asia y el mundo, principalmente con foco en reducción de la pobreza.
Música: prepárate para el indie rock de Yisa Yu, una joya que encontramos y que probablemente quedará entre los favoritos de la Shūmiàn.
Y más música: si te pareció muy ruidosa esa primer indicación musical, Boon Hui Lu vino para calmar la marea alta.
Fotografía: conoce la serie Jiangnan, un proyecto fotográfico de Zhang Boyuan que cuenta sus recuerdos de Xinjiang, su lejana tierra natal.
Y sí, más fotografía: el fotoperiodista ganador del premio Pulitzer, Liu Heung Shing, registra en A Life in a Sea of Red – su nuevo libro – imágenes impresionantes de la pobreza en China, durante las décadas del post-revolución hasta su ascenso a superpotencia mundial.