Newsletter 031 (ES)

Una controversia protagonizada por la NBA (la liga nacional de básquetbol de los EE.UU.) dominó las conversaciones sobre China durante la semana pasada. ¿El motivo? Un tweet publicado por Daryl Morey, director general de los Houston Rockets, en el que el ejecutivo equiparó el apoyo a las recientes protestas en Hong Kong con la lucha por la libertad misma. La declaración, por supuesto, no cayó bien al público de China continental. En poco tiempo, las compañías chinas anunciaron la suspensión de patrocinios y de la transmisión de partidos de la asociación en el país. Los consumidores, a su vez, prometieron boicotear la liga. Daryl se disculpó. La propia NBA se disculpó. Entonces fue el turno de los estadounidenses de ofenderse, obligando a la liga a retractarse nuevamente — esta vez, tratando de complacer al público de su tierra natal. Un lío del tamaño del Pacífico.

Los fanáticos chinos de la NBA, sin embargo, no han abandonado el deporte. A pesar de la incertidumbre sobre si el partido de preparación entre los Los Angeles Lakers y los Brooklyn Nets se llevaría a cabo el jueves en Shanghai, en medio de solicitudes de boicot online e irritación del gobierno, la arena de la ciudad se llenó de 18.000 personas. Y se llenó nuevamente el sábado, cuando el partido tuvo lugar en Shenzhen. Sin embargo, el caso ilustra bien los riesgos de un equilibrio difícil que las empresas y organizaciones multinacionales buscan — o deberían buscar — mantener entre los conflictos internos de China y el público de otros países.


Hace unos meses, una presentación de PowerPoint de 100 pantallas sobre inteligencia artificial y 5G se volvió viral en el internet chino. Producida por la Sociedad Jiusan (九三学社) — uno de los 8 partidos reconocidos por el partido comunista y que reúne a intelectuales de los campos de la ciencia, la tecnología y la educación —, la presentación fue incluso compartida por Ren Zhengfei, el fundador de Huawei. Las diapositivas analizan todo, desde 5G hasta aplicaciones tecnológicas en muchos campos diferentes. Puedes verlas en inglés aquí.


Para tener en cuenta: el sistema de crédito social incluirá empresas extranjeras, según informa Jodi Xu Klein al South China Morning Post. Esto significa que, así como los ciudadanos son valorados por sus actitudes cívicas (o no cívicas) y sus actividades financieras, ahora las empresas con sede fuera de China también pueden estar en una “lista especial” si se han verificado los movimientos de divisas sospechas o falta de respeto a los valores chinos — como, por ejemplo, referirse a Hong Kong, Taiwán, Macao o el Tíbet como países independientes.

Un nuevo informe del think-tank Atlantic Council presenta una discusión sobre la iniciativa Belt and Road en América Latina. Gran parte del informe presenta y explica las cuatro características actuales de la iniciativa: (1) creciente preocupación por el medio ambiente y una mayor transparencia; (2) mayor participación del sector privado; (3) papel importante de las economías ya desarrolladas; y (4) nuevos sectores empresariales más allá de la infraestructura. Además, el autor explica cómo ellas encajan en el contexto latinoamericano y qué papel juega Estados Unidos en esto (o qué papel cree el autor que deberían tener). Y deja la advertencia: América Latina y el Caribe no deben considerarse solo actores periféricos de la iniciativa.


Siguiendo la trayectoria de inversión china en infraestructura energética en Latinoamérica, que por veces es comentada aquí en esta newsletter, la gigante empresa china State Grid compró el 100% de participación que tenía la estadounidense Sempra Energy en Chilquinta Energía SA, de Chile. La operación llegó a US$ 2.2 mil millones, haciendo con que el total de inversión china en Chile llegue a más de US$ 10 mil millones. La State Grid venció a las competidoras Enel (Itália) y Brookfield (Canadá), ofreciendo un monto muy superior al de las demás.


¿Y dónde está la guerra comercial chino-estadounidense? En el último episodio del conflicto extendido entre las dos economías más grandes del mundo, China y Estados Unidos acordaron redactar un acuerdo comercial parcial que podría ser firmado el próximo mes por Donald Trump y Xi Jinping. Como parte de ello, Beijing aceptaría, entre otros, comprar más productos agrícolas estadounidenses e implementar concesiones financieras para el país norteamericano. Washington, por su parte, pospondría la imposición de nuevos aranceles a las importaciones chinas. ¿Quizás ahora sí se mantiene un acuerdo?


Visitando India, Xi Jinping se reunió con el primer ministro del país Narendra Modi en una cumbre informal de dos días. Durante la reunión, los líderes dieron su consentimiento para el establecimiento de un nuevo mecanismo para equilibrar el comercio entre las dos naciones. Además, Xi y Modi también acordaron manejar las diferencias chino-indias de una manera “prudente”. Pero no se ha dicho nada sobre la reciente agitación en Cachemira — una disputada región fronteriza entre India y Pakistán, un aliado cercano de Beijing.

Y después de India, fue el turno de Xi Jinping de visitar a otro vecino: Nepal. Xi, el primer líder chino en visitar el pequeño país del sur de Asia en más de 20 años, aprovechó la ocasión para renovar el apoyo de Beijing a los nepaleses y también prometió ampliar la cooperación económica entre las dos naciones. Para Nepal, una mayor presencia china puede ayudar a diversificar las rutas comerciales dominadas por los indios del país. ¿Alguna duda de que Nueva Delhi está vigilando esta aproximación?


La semana pasada hablamos que era poco probable que los Estados Unidos aprobaran sanciones contra China por la situación en Xinjiang. El juego ha cambiado. El Departamento de Estado de los Estados Unidos está restringiendo las visas a los funcionarios del gobierno chino y también ha impuesto sanciones a las empresas chinas que ayudan al aparato de seguridad. El gobierno de la RPC ha criticado la postura.

La escritora Can Xue era una de las favoritas para el Nobel de Literatura de este año. No ganó, pero con eso su obra ganó mucho más visibilidad — incluso subieron los precios de sus libros en casi 200%. Con un estilo de escritura más experimental, ficción de vanguardia, y varias obras publicadas en inglés, ella afirma escribir para las generaciones futuras. Vale la pena leer esta entrevista de 2016.


Cuándo uno piensa en la lengua china, normalmente se refiere al chino mandarín — o “chino estándar” — establecido a principios del siglo XX basado en el dialecto de Pekín de manera a facilitar la comunicación en el territorio nacional. Sin embargo, la lengua china es mucho más que eso: sin contar los distintos acentos entre las provincias, hay una enorme diversidad de dialectos de sur a norte en China. Ellos son divididos en diez grandes grupos: Mandarín (官话), Jin (晋语), Wu (吴语), Hui (徽语), Gan (赣语), Xiang (湘语), Min (闽语), Hakka (客家话), Yue (Cantonés) (粤语), Pinghua (平话) e Tuhua (土话).

Mientras personas de distintas provincias — una Urumqi (Xinjiang) y otra de Kunming (Yunnan), por ejemplo — pueden entender el acento una de la otra, ni siempre es posible afirmar lo mismo respecto a personas que viven en distintos pueblos de la misma provincia. Interesante, ¿no es verdad? Hora de ponerse confortable y leer más sobre el asunto acá.


¿Cómo conquistar corazones y mentes de millennials chinos y promover el nacionalismo de una manera moderna y convincente? Una de las respuestas puede ser … a través de boy bands, películas y su ejército de fans. Desde que uno de los miembros de la TFBOYS (una de las boy bands chinas más famosas de hoy) apareció en la portada de la revista oficial de la Liga de la Juventud del Partido, parece cada vez más claro que Pekín se viene esforzando para vender un ideal nacionalista potable para las nuevas generaciones. Además de haber recuperado la Educación Patriótica de 1994, producciones artísticas alineadas a la historia oficial promovida por el partido tienen, en general, mejor desempeño en las taquillas y más apoyo político y financiero del estado.

Para la profesora Jessica Weiss, autora del libro “Powerful Patriots: Nationalist Protest in China’s Foreign Relations”, el nacionalismo promovido en las nuevas generaciones no se traduce en la creencia de que China es mejor que otros países, sino de que los chinos estarían más dispuestos a apoyar medidas drásticas para enfrentar presiones externas.

Zheng He fue un gran explorador chino del siglo XV. Bajo su liderazgo, el Imperio Chino llegó a prácticamente todos los rincones del mundo. Esta sección se inspira en ese personaje y te invita a explorar la China más profundamente.

Podcasts: ¿buscando contenido para practicar el mandarín? El WhatsOnWeibo publicó una lista de 10 mejores podcasts chinos para que diversifiques tu vocabulario y entrenes los acentos.

El peso de las palabras: las protestas en Hong Kong vienen generando varias discusiones interesantes. Un hilo en Twitter, por ejemplo, se propuso a debatir sobre lenguaje y a explicar cómo el cantonés se está volviendo una forma de resistencia de los manifestantes contra el gobierno, principalmente a través de la creación de nuevas palabras.

Música: el sonido el pekinés Howie Lee combina, en una armonía compleja y contradictoria, tradiciones musicales del Occidente y de China. Vale la pena agarrar los auriculares y escuchar ya mismo.

Errata: la edición 30 incluía un link para una materia de la Scientific American sobre energía solar. El problema es que el link estaba equivocado. Aquí va el correcto.

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